SÍNDROME NEFRÓTICO: RECOMENDACIONES DIETÉTICAS, OBJETIVOS Y ENLACES DE INTERÉS PARA ENTREGAR A PACIENTES.

DEFINICIÓN Y GENERALIDADES

[NOTA PREVIA: El síndrome nefrótico, además del tratamiento dietoterapéutico, debe ser tratado farmacológicamente. Estas recomendaciones solo tienen en cuenta los aspectos dietéticos de la enfermedad entre otros y no los farmacológicos. En este sentido, el paciente deberá consultar a su médico.]

El síndrome nefrótico es un trastorno renal caracterizado por la elevada pérdida de proteínas en la orina  y la disminución de niveles de proteína en sangre. Las personas que sufren esta patología deben controlar la formación de edemas (acumulación de líquido en cara, piernas, manos, etc.), la tensión arterial, los niveles de colesterol total, triglicéridos en sangre y la presencia de lípidos en orina. Se debe prestar atención a aspectos de la alimentación que pueden acelerar el progreso de la enfermedad y ocasionar una entrada precoz en diálisis (1).

Existen 3 tipos de síndrome nefrótico (2):

  • Primario: Definido por la ausencia de una patología o fármaco causante de la alteración glomerular. 
  • Secundario: Causado por una patología o fármaco. 
  • Infantil: Ocurre principalmente en menores de un año de edad, normalmente asociado a una mutación genética.

 

Las principales causas de síndrome nefrótico en adultos son (3): 

  • Glomerulopatías primarias: glomeruloesclerosis focal y segmentaría, glomerulopatía membranosa, glomerulonefritis membranoproliferativa. 
  • Glomerulopatías secundarias: diabetes mellitus, amiloidosis, crioglobulinemia. 
  • Ingesta de fármacos: AINE´s, mercurio, litio, bismuto, prifampicina, penicilamida, etc. 
  • Enfermedades autoinmunes: lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, vasculitis sistémica, etc. 
  • Otras patologías: obesidad mórbida, anemia falciforme, VIH, necrosis papilar, etc. 

El tratamiento farmacológico se basa en corticoides (prednisona), y en caso de resistencia, se lleva a cabo una terapia inmunosupresora mediante ciclofosfamida (2). 

 

OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO (1,4)

  • Prevenir la pérdida de peso progresiva e involuntaria.  
  • Controlar el aporte proteico para lograr un balance nitrogenado neutro dependiendo de la función renal y etiología. 
  • Reemplazar las pérdidas de proteínas y lípidos en orina tratando de evitar la desnutrición.
  • Retrasar el desarrollo de la patología y controlar aspectos que pueden acelerar su progreso, como los altos niveles de colesterol y la elevada tensión arterial. 
  • Aplicar alternativas prácticas en la alimentación del paciente para mejorar su calidad de vida. 

 

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS Y OTROS CONSEJOS PRÁCTICOS (1,3,5,6,7)


Recomendaciones dietéticas generales

  1. Controlar la cantidad de alimentos diaria: 
  • Realizar 3 comidas principales y 2-3 tentempiés
  • Controlar el peso corporal para evitar una posible desnutrición.
  • Separar la ingesta de los suplementos pautados de las comidas principales para evitar la pérdida de apetito.
  1. Llevar una dieta rica en alimentos frescos, verduras y frutas. La ingesta de frutas y verduras será libre siempre que no haya contraindicaciones como la pérdida de funcionalidad de riñón (<30 ml/min con control exhaustivo de potasio). 
  2. Controlar la ingesta de sal o alimentos ricos en sodio. 
  3. Evitar la ingesta de bollería industrial, comidas preparadas y snacks salados, debido a su alto contenido en sal, conservantes y potenciadores de sabor. 
  4. Evitar la ingesta de grasas no saludables y alcohol. 
  5. Llevar a cabo actividad física regular semanal. 

 

Recomendaciones dietéticas específicas 

Para el tratamiento de este tipo de pacientes, se debe controlar principalmente la ingesta de sodio, proteínas y líquidos en la dieta. 

  • Control de la ingesta proteica: El aporte proteico debe ser entre 0.8-1 g/kg/día, teniendo que ajustarse al individuo en base a los niveles de proteinuria y albúmina en sangre. La valoración del peso corporal para calcular la ingesta proteica se lleva a cabo sin contar el peso de los edemas causados por la patología. En cuanto a las fuentes proteicas recomendadas se encuentran los lácteos desnatados, carnes magras y bajas en grasa (pollo, pavo, lomo de ternera, etc), fiambres bajos en sal, pescado azul 2-3 veces por semana, huevos reforzados con claras (por cada yema, añadir 2 claras) y legumbres 2 veces por semana acompañadas de fuentes de hidratos de carbono (patata, arroz) evitando consumir en la misma comida carne o pescado.
  • Control de la ingesta de sal (sodio): La restricción dietética de sal es clave en el tratamiento de la patología, siendo la ingesta límite menos de 3 gramos de sal diarios (3). Un exceso en la ingesta de sodio, supondrá un aumento en la tensión arterial y favorecerá el desarrollo de edemas. Alimentos con alto contenido en sodio (mg sodio cada 100 gramos de alimento): Cubitos de caldo, 23.187; Bacalao salado, 8.100; Almejas, chirlas, berberechos, 3.520; Aceituna negra, 3.288; Bacalao salado remojado, 3.120; Arenque salado, 2.610; Aceituna verde, 2.100; Salami, 1.800; Queso roquefort, 1.600; Gambas y camarones, 1.590; Caviar sustituto, 1.500; Lomo embuchado, 1.470; Pechuga de pavo (fiambre), 1.431; Salmón ahumado, 1.200; Queso azul, 1.260; Mostaza, 1252; Queso de burgos, 1.200; Jamón serrano, 1.100; Queso parmesano, 1.090; Morcilla, 1.060; Butifarra, 1.060; Chorizo, 1.060; Salchicha, 1.060; Sobrasada, 1.060. 
  • Control de la ingesta de líquidos: En el síndrome nefrótico infantil se debe controlar la ingesta de líquido según su condición clínica. Algunas recomendaciones para reducir la ingesta de líquidos son las siguientes: Controlar la cantidad diaria de líquido mediante medidas caseras (vaso), evitar bebidas gaseosas, priorizar bebidas frías ya que calman mejor la sed y evitar comidas saladas. 


ALIMENTOS DESACONSEJADOS
(7)

  • Lácteos y derivados: quesos grasos.
  • Carnes y embutidos: salami, lomo embuchado, pechuga de pavo (fiambre), jamón serrano, butifarra, chorizo, morcilla, salchichas, sobrasada.
  • Pescados, moluscos, crustáceos: pescados salados o ahumados; pescados en escabeche, surimi, calamar, pescados en aceite. 
  • Frutos secos: frutos secos salados.  
  • Cereales: pan de maíz, pan blanco, biscotes con sal. 
  • Frutas: aceitunas, zumos de fruta envasados, frutas en conserva.  
  • Verduras: verduras enlatadas. 
  • Grasas: margarina, mantequilla con sal, mayonesa. 
  • Otros: pastillas/cubitos de caldo, mostaza, ketchup, aperitivos salados, condimentos, salsas comerciales.   

 

ENLACES DE INTERÉS

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Servicio madrileño de salud. Recomendaciones dietético nutricionales “en el síndrome nefrótico”. En: Recomendaciones Dietético Nutricionales. Mayo 2013. Madrid. p. 217.
  2. Abarca Zúñiga V, Álvarez Rodríguez N. Síndrome nefrótico en pediatría. Rev.méd.sinerg. 26 de febrero de 2020;5(3):p 392.
  3. Hernández-Ordóñez SO. Síndrome Nefrótico. 2008;3: 94. 
  4. Vázquez M, Rodríguez JP. Fisiopatología y diagnóstico de la malnutrición en la insuficiencia renal aguda, crónica y síndrome nefrótico. Dietoterapia, nutrición clínica y metabolismo. 2012. p. 220. 
  5. Consejos generales de nutrición con el Síndrome Nefrótico | AESNI [Internet]. 2015 [citado 25 de julio de 2023]. Disponible en: https://aesni.es/consejos-nutricion/consejos-generales-nutricion/
  6. Stanford Medicine Children’s Health [Internet]. [citado 25 de julio de 2023]. Disponible en: https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=nutrition-and-nephrotic-syndrome-90-P06192
  7. Mataix Verdú FJ. Tabla de composición de alimentos. 5ª ed. Granada: Editorial Universidad de Granada; 2011. ISBN-13: 9788433849809.
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