04 Dic ¿Adelgaza el sexo?
Quisiéramos regalaros una primera aportación tratando de dar respuesta a una pregunta que seguramente cualquier lector interesado por la alimentación y la salud se ha hecho alguna vez, puesto que combina dos ingredientes fundamentales en nuestra vida: el sexo y la alimentación. Esperamos que os resulte de ayuda. Allá vamos.
¿Adelgaza el sexo?
Gran pregunta y simultáneamente difícil de contestar puesto que son muchas las variables que entran en juego para poder afirmar un sí rotundo. Pero con los poderes que nos han aportado la ciencia y en menor medida San Google, vamos a poder dar respuesta clara y precisa para encontrar la solución a nuestra duda. Para conseguir el “peso perfecto” a base de la práctica sexual, se ha de tener en cuenta:
Frecuencia con la que realizamos el acto sexual.
Si hablamos en términos maritales los datos nos revelan que «la frecuencia sexual media es de unos 3,2 encuentros sexuales a la semana en el primer año y hasta 1,1 encuentro semanal en el tercer año» (3). Aunque tenemos que añadir que existen excepciones a esta estadística: hablamos del pueblo con más sexo en el mundo. Un pueblo de Polinesia, llamado Mangaiano, donde según edad, el sexo se practica de 21 a 14 veces por semana (2).
Para que nos entendamos, ir 3 veces a la semana al gimnasio durante el primer año, y acabar yendo una vez cada siete días, es tan insuficiente como hacer bien solamente de 1 a 3 comidas de las 35 veces que comemos semanalmente (5 veces al día). Por lo tanto, el número de veces que practiquemos el coito por unidad de tiempo, importa.
Duración del coito.
Si estamos hablando de adelgazar, hablamos de “quemar grasa”, es decir, de utilizar este combustible como fuente de energía. Según Howald (4), la movilización de la maquinaría metabólica para comenzar a gastar una cantidad máxima de grasa por unidad de tiempo, nos lleva aproximadamente 30 minutos. Por lo que “polvos” de menor duración, ¡poca grasa vas a quemar!
Intensidad del “trabajo”. ¡Tómatelo con calma!
La intensidad con la que realizamos el coito tiene una gran relación con el punto anterior, siendo inversamente proporcional ambas variables, es decir, a mayor intensidad, menor duración. Por lo tanto tómatelo como una maratón y no como una carrera de 60 m lisos.
¿Comer antes o después del coito?
Al igual que no es lo mismo arte que hartar según Alejandro Sanz, tampoco es lo mismo comer antes que después. En una situación pospandrial (después de comer) nuestras células beta de nuestro páncreas endocrino se encargan de liberar insulina (hormona anabólica/anticatabólica), la cual, por una parte, fomenta el uso de la glucosa circulante como “gasolina” y no de grasa para nuestros esfuerzos sexuales. Y una cosa más: inhibe la función de otra hormona “glucagón” aportada por las células α del mismo órgano, y liberada en situaciones de ayuno. Esta sí fomenta la lipólisis (movilización de grasa del adipocito), pero claro, se encuentra inhibida por la insulina.
La “cosa” continua después.
Durante los inicios del coito y hasta que todos los músculos implicados en el acto sexual se ponen en marcha, suele darse un déficit de oxígeno (1) en los procesos metabólicos (deuda de oxígeno). A este periodo de déficit le continúa un periodo de estabilidad (demanda = oferta de oxígeno) hasta que finaliza el acto sexual. Y es a partir de este momento de “recuperación” que se continúa consumiendo oxígeno con el fin de pagar la deuda que contrajimos al inicio de la actividad. Durante este periodo poscoital se produce un exceso en el consumo de oxígeno, o lo que es lo mismo, se da un mayor gasto energético a expensas de utilizar grasa corporal como fuente de energía.
Y para concluir…
Así que, si vives en Mangaiano y tienes un problema con tu peso, simplemente cuidándote un poco la dieta, tienes casi todas las papeletas para perder esa barriguita que representa un impedimento estérico a la hora del coito. Pero si eres el español, casado, con más de tres años de matrimonio, estrés laboral, etcétera, mejor ve a un dietista-nutricionista a que te ponga una dieta, y de paso contrata los servicios de un entrenador personal en un gimnasio. Y el sexo, ¡para las ocasiones!
Publicación realizada por: Dr. Cándido Gabriel García Alejo Dietista-Nutricionista
Referencias:
- American College of Sports Medicine. Fundamentos del metabolismo del ejercicio. Manual de consulta y para el control y la prescripción de ejercicio físico. Primera edición. Barcelona: Ed. Paidotribo; 2000. P. 69-75.
- Diez datos estadísticos que no sabías sobre el sexo [Internet]. EL INFORMADOR. [citado 30 de abril de 2016]. Recuperado a partir de: http://www.informador.com.mx/suplementos/2015/593258/6/diez-datos-estadisticos-que-no-sabias-sobre-el-sexo.htm
- El sexo de los casados [Internet]. [citado 30 de abril de 2016]. Recuperado a partir de: www.elmundo.es/elmundosalud/2013/05/16/noticias/1368731465.html
- Garnier A, Waysfeld B. De la energía celular a la utilización de los alimentos. Alimentación en la práctica deportiva. 1ª ed. Barcelona: Ed Hispano Europea.1995. p. 27-35.
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