Esclavos de nuestro genotipo

¿Por qué engordamos con tanta facilidad? ¿Por qué nos cuesta tanto adelgazar? ¿Por qué nos entra sueño después de comer? ¿Por qué cuando dejo de ir una temporada al gimnasio pierdo gran parte de la masa muscular que he ganado? ¿Por qué cuando vamos al supermercado con el coche siempre buscamos el aparcamiento más cercano a la entrada? ¿Por qué entre escaleras o ascensor, siempre elijo ascensor?

 

Si nos fijamos, la mayor densidad de coches se encuentra siempre alrededor de las entradas al supermercado y esto, no es casualidad. Comprúebalo tú mismo/a en cualquier súper de tu población.

 

 

Las respuestas a estas y muchas más preguntas nos las puede responder la denominada medicina darwiniana o medicina evolucionista (1), rama importante de la medicina actual, la cual trata de dar respuesta a las enfermedades de la opulencia (metabólicas y cardiovasculares) que nos afligen actualmente y que son el resultado de la incompatibilidad entre el diseño evolutivo de nuestro organismo y el uso que le damos en la actualidad.

El Homo sapiens sapiens (es decir, nosotros), es el resultado de millones de años de evolución. En concreto, son ya 4 millones de años aproximadamente desde el primer Australopithecus hasta hace casi 100000 años que estamos en constante evolución sometiendo nuestro diseño metabólico a constantes cambios y adaptaciones al medio.

Son esta serie de cambios y adaptaciones las que han marcado una genética en el ser humano adaptada a vivir en unas circunstancias ambientales un tanto hostiles donde los recursos alimenticios eran insuficientes y esporádicos. Nos referimos a ambientes del tipo tundras, desiertos, sabanas, selvas, bosques, etcétera.

Debido a este déficit de alimentos la evolución ha creado un Homo sapiens sapiens con una genética ahorradora, es decir, un individuo que gasta poca energía, pero además tiene gran facilidad para captarla (en forma de grasa). Ambas características, concedían al individuo una gran autonomía de supervivencia, lo cual se traducía en un mayor éxito reproductivo. El resultado de ese éxito reproductivo somos nosotros. Y un apunte importante: el gran responsable de este éxito es el tejido adiposo. Y por muy paradójico que nos parezca, este ha jugado un papel “limitante” en la evolución de nuestra especie y gracias a él estás leyendo este post.

Lo que se pretende hacer entender es que somos prácticamente el mismo individuo de hace 100000 años adaptado a aquel medio pero puesto en un escenario absolutamente diferente: nuestra sociedad actual (accesibilidad desmesurada a alimentos, medios de transporte que reducen nuestra movilidad, mandos a distancia, escaleras mecánicas, ascensores…), caracterizada principalmente por fomentar una enfermedad carencial denominada sedentarismo.

Hoy por hoy, nuestro genotipo ahorrador (2) lo podríamos asemejar a un “monstruo” en estado de latencia dentro de nosotros llamado obesidad, el cual es despertado por factores como la hiperfagia, sedentarismo y en general, estilos de vida poco saludables otros entre otros factores.

Para finalizar, recomendaríamos la lectura del libro “El mono obeso” escrito por el doctor en Medicina José Enrique Campillo Álvarez (Ed. Crítica) donde vamos a poder encontrar la respuesta a muchas de nuestras enfermedades actuales desde el punto de vista de la evolución humana. Además, vamos a ver el estudio de la obesidad desde otra perspectiva diferente y a la que estamos acostumbrados académicamente.

 

Publicación realizada por:

Dr. Cándido Gabriel García Alejo
Dietista-Nutricionista
 

 

Referencias bibliográficas

  1. Montealegre C. Medicina darwiniana. Acta Médica Costarricense. 2009 Apr;51 (2):110–3.
  2. Campillo JE. La expulsión del paraíso. El mono obeso. 3ª ed. Barcelona: Crítica; 2005. p. 89-109.
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