GASTRITIS CRÓNICA ASOCIADA A HELICOBACTER PYLORI: RECOMENDACIONES DIETÉTICAS, OBJETIVOS Y ENLACES DE INTERÉS PARA ENTREGAR A PACIENTES.

DEFINICIÓN Y GENERALIDADES

Con el nombre de gastritis se entiende cualquier inflamación de la mucosa gástrica. Esta puede ser aguda (puntual) o crónica. Por gastritis crónica se entiende una inflamación de la mucosa gástrica de larga duración. La gastritis crónica puede estar asociada a infección por Helicobarter pylori o ser de tipo autoinmune (1).

Helicobacter pylori es una bacteria gram negativa bastante resistente al medio ácido del estómago. La infección por Helicobacter pylori provoca inflamación mediante respuesta inmunitaria innata y sistémica. La prevalencia de la infección por Helicobacter pylori se correlaciona con el área geográfica y el nivel socioeconómico de la población. La prevalencia en países desarrollados se encuentra en un 10%, mientras que en países en vías de desarrollo se encuentra entre el  80-90%. Respecto a la infección por esta bacteria cerca del 1% de los pacientes desarrolla cáncer gástrico, mientras que un 10-15% de los infectados por la bacteria sufre úlceras sintomáticas (2) (3).

La infección por Helicobacter pylori se da sobre todo en el antro. Esta infección puede ser extremadamente peligrosa con el paso de los años pues puede desembocar en atrofia de la mucosa pudiendo provocar aclorhídria y déficit de factor intrínseco (4) (5) dando lugar a anemia perniciosa (6). La evolución de esta atrofia puede desencadenar cáncer gástrico (1). También es frecuente la extensión de la gastritis por todo el estómago con el paso de los años.

En la cronicidad de esta patología, además del tiempo, también influyen factores genéticos, ambientales y evidentemente factores relacionados directamente con la alimentación del paciente.

 

OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO

  • En pacientes sintomáticos calmar el dolor o eliminar molestias en la parte superior del abdomen (1).
  • Aplicar tratamiento antibiótico erradicador contra Helicobacter pylori (1).
  • Evitar que el paciente realice una dieta deficitaria desde el punto de vista energético y nutricional ya que por el temor al dolor el paciente reduce la ingesta de alimentos.
  • Aplicación de farmacoterapia con el fin de reducir la secreción ácida del estómago (fármacos antiácidos o antisecretores) para llevar a cabo una dieta menos severa además de reducirla en el tiempo.
  • Seguir consejos y recomendaciones dietéticas durante la duración de la patología.

 

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS   Y OTROS CONSEJOS PRÁCTICOS (7)

A continuación, se muestran algunos consejos dietéticos:

  • Es preferible comer a menudo y en pequeñas cantidades frente a comer pocas veces y mucha cantidad.
  • Se deberá evitar los irritantes químicos o físicos (ver listado) o preparaciones culinarias que le provoque molestias.
  • Se aconseja aquellos alimentos que neutralicen el ácido clorhídrico y contraindicados los que promueven su secreción (ver listado).
  • Se debe comer despacio y masticar bien las comidas.
  • Comer de 5 a 6 veces al día.
  • Mejorar las condiciones psicológicas del entorno con el fin de reducir el estrés.
  • Evitar alimentos grasos.

 

ALIMENTOS DESACONSEJADOS por ser irritantes químicos:

  • Extractos y caldos de carne (provocan la secreción del ácido clorhídrico y no la neutralizan).
  • Salsas ácidas (p. ej. de tomate).
  • Frutas y zumos ácidos.

Por ser irritantes físicos o de contacto:

  • Carnes fibrosas. Carnes grasas
  • Cereales de grano entero.
  • Frutas crudas.
  • Verduras y hortalizas crudas.
  • Alimentos o platos salados.
  • Pescado graso. Marisco.
  • Café, incluso descafeinado. Té. Alcohol.
  • Otros: azúcar, en cantidad. Chocolate.
  • Especias, condimentos. Fritos.
  • Mantequillas, margarinas.

 

ALIMENTOS PERMITIDOS de uso diario:

  • Lácteos (a): Leche descremada. Yogures desnatados. Quesos frescos o light.
  • Cereales, patatas: todos. Preparación culinaria: caldo vegetal, hervidos. Pan blanco, de preferencia tostado.
  • Carnes: de ternera, pollo, cordero, cerdo, caballo, buey, conejo. Serán tiernas, eliminado las partes fibrosas y la grasa visible. Preparación culinaria: hervida, plancha. En este último caso, se evitará que la superficie del filete se tueste de modo visible.
  • Conservas de carne: jamón cocido poco salado.
  • Pescados: magros (blancos), tipo merluza, rape, etc. Preparación culinaria: hervido, a la plancha, frito, rebozado, teniendo la precaución de eliminar el rebozo antes de tomarlo.
  • Huevos: pasados por agua, en tortilla.
  • Frutas: cocidas (hervidas, al horno). Tipo manzana o pera. Dulce de membrillo.
  • Verduras: en forma de puré, o masticadas cuidadosamente. Tipo acelgas, espinacas, judías verdes; puede incluirse zanahoria hervida.
  • Aceites: de oliva o semillas. Crudos o hervidos en los caldos o arroz. Salsa mahonesa.
  • Bebidas: agua.
  • Dulces: galletas tipo «María», bizcocho.

(a) Las proteínas láctea y cárnica provocan un aumento de la secreción de ácido clorhídrico, pero el grupo amino de sus aminoácidos lo neutralizan.

Se debe anotar en referencia a los alimentos permitidos que no porque sean permitidos pueden comerse en las cantidades que el paciente desee. Por ello, se aconseja visitar este documento en Internet donde se facilita los gramajes y medidas caseras de un gran número de alimentos:  http://www.blancadecastilla.es/edfisica/_ARTICULOS/pesos_y_raciones_caseras.pdf  (copiar este enlace y pegarlo en la barra de navegación).

Cuando el DN aporta un plan dietético de 7 días existe la posibilidad de adaptar los menús ante circunstancias especiales  intercambiando alimentos o platos dentro de un mismo día y respetando el número de ingestas diarias. En este sentido, se recomienda no cambiar la comida por la cena o viceversa. Antes de ello, consultar al DN.

 

ENLACES DE INTERÉS

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Planas M, Pérez-Portabella C. Fisiopatología del esófago y estómago. Fisiología aplicada a la nutrición. Barcelona: Mayo ediciones; 2004. p 87-110.
  2. Ernst PB, et al. The translation of Helicobacter pylori basic research to patient care. Gastroenterol; 2006. 130:188.
  3. Fennerty MB. Helicobacter pylori: why it still matters in 2005. Cleveland Clinic J Med; 2005. 72:S1.
  4. Selgrad M, et al. Dyspepsia and Helicobacter pylori; 2008. Dig Dis. 2008. 26:210.
  5. Israel DA, Peek RM. The role of persistence in Helicobacter pylori Curr Opin Gastroenterol; 2006. 22:3.
  1. Kathleen L, Escott-Stump S,  Raymon JL. Tratamiento nutricional médico en los trastornos del esófago, estómago y duodeno. Krause dietoterapia. Barcelona: Elsevier Inc.; 2013. p. 592-598.
  1. Cervera P, Clavés J, Rigolfas L. La dieta en las enfermedades del aparato disgestivo. Alimentación y dietoterapia. Madrid: Ed. McGraw-Hill; 2004. p. 353-369.

 

Publicación realizada por:

Dr. C. Gabriel García Alejo

Dietista-Nutricionista

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