20 Ago HIPERURICEMIA: RECOMENDACIONES DIETÉTICAS, OBJETIVOS Y ENLACES DE INTERÉS PARA ENTREGAR A PACIENTES.
El ácido úrico es un compuesto químico que es generado por nuestro organismo al descomponer unas sustancias denominadas purinas.
La mayoría del ácido úrico es disuelto en la sangre y llega hasta los riñones, donde se excreta mediante la orina. Si el organismo genera una cantidad excesiva de ácido úrico o no lo elimina en cantidades suficientes, puede acarrear serios problemas para la salud del paciente.
Estos niveles altos de ácido úrico en la sangre es a lo que se denomina hiperuricemia, la cual puede acabar desencadenando episodios de crisis gotosas. (1)
La hiperuricemia la podemos dividir en hiperuricemia con crisis gotosa (HCCG) e hiperuricemia sin crisis gotosa (HSCG)
Cuando el paciente presenta crisis gotosa la dieta debe ser estricta (menos de 5 mg de purinas/día) mientras que en pacientes sin crisis gotosa la dieta presenta un carácter más moderado (menos de 250 mg de purinas/día):
- Las recomendaciones dietéticas en pacientes con crisis gotosa son las siguientes:
Dieta estricta: se recomienda evitar toda carne de vacuno, cerdo, cordero y ave, así como sus jugos, extractos, vísceras y embutidos. Evitar todos los tipos de pescado y de bebidas alcohólicas y carbonatadas. Tampoco se recomienda el consumo de legumbres, espinacas y frutas muy dulces como el plátano o la uva.
Entre los alimentos permitidos (sin purinas o con contenido muy bajo) se recomienda: leches desnatadas, yogures y quesos frescos, aceites de tipo vegetal, margarinas, cereales, frutas y verduras (excepto las limitadas).
- Las recomendaciones dietéticas para pacientes sin crisis gotosa son las siguientes:
Dieta moderada: se recomienda evitar la carne de ganso, cerdo, cordero y pato, los jugos, estractos de carne, vísceras y embutidos. El marisco, pescados en conserva y pescados del tipo anchoa, sardina y arenque. También se deben evitar las espinacas. frutas muy dulces y limitar el consumo de alcohol.
Entre los alimentos permitidos se destaca el consumo de algunas carnes como es el caso del pollo, ternera y pavo. También de pescados blancos como por ejemplo merluza o lenguado. También se permite el consumo de legumbres y de manera ocasional alcohol en forma de vino. También se permite el consumo de bebidas carbonatadas. (2)
Entre los objetivos más destacables en el tratamiento de la hiperuricemia se encuentran los siguientes:
1) Resolver la aparición de las crisis de artritis aguda con la mayor brevedad posible (en caso de su aparición).
2) Prevenir la aparición de nuevas crisis de artritis (en caso de su aparición).
3) Mejorar las posibles lesiones propiciadas por el depósito de uratos en los distintos tejidos o de ácido úrico en el sistema excretor renal.
4) Actuar sobre posibles patologías relacionadas, como por ejemplo la obesidad, hipertensión arterial, hiperlipidemia, diabetes mellitus y aterosclerosis. (3)
A nivel de nutricional existen numerosos consejos y recomendaciones para tratar de combatir la hiperuricemia, tales como:
1) Reducir el consumo de alimentos ricos en purinas, como por ejemplo todas las carnes (visceras y extractos cárnicos inclusive), todos los pescados (incluidos los mariscos), legumbres y algunos vegetales (espinacas, setas y extractos de levadura). Sin embargo, entre los alimentos bajos en purinas destacan los productos lácteos (leche, queso, yogur, helados), huevos, cereales y sus productos (pan, pasta, cereales), verduras (lechuga, tomates entre otras, salvo las referidas anteriormente), frutas, nueces, azúcar y dulces. (3)
2) Consumir agua y líquidos en cantidades abundantes (hasta 3 L) durante el ataque gotoso.
3) Incrementar el consumo de lácteos desnatados, frutas y verduras.
4) Disminuir el consumo de alimentos ricos en colesterol y ácidos grasos saturados, tales como mantequillas, embutidos y derivados cárnicos (chistorra, panceta, salami, longaniza, etc.), salsas (mayonesa, ajoaceite), aceites vegetales (aceite de coco, de palma, etc.), queso curado…
5) Restringir o eliminar el consumo de bebidas alcohólicas (vino, cerveza, bebidas destiladas…).
6) En el caso de sufrir sobrepeso, llevar a cabo una dieta hipocalórica sin ayunos ni restricciones estrictas de hidratos de carbono hasta alcanzar un peso saludable.
7) Si además se padece hipertensión arterial o algún tipo de dislipemia, se deberá de realizar el tratamiento adecuado para remitir dichas patologías. (4)
A continuación, se muestra un listado de alimentos con diferentes cantidades de purinas como orientación para el paciente:
- Alimentos con alto contenido en purina (más de 480 mg de purina / 100g de alimento):
Teobromina (alcaloide del cacao), levadura de cerveza, becerro, pez espada, oveja, cerdo, hígado de buey, hongos y sardinas en aceite.
- Alimentos con contenido medio en purina (100-350 mg de purina / 100g de alimento):
Sardina, hígado de cerdo, trucha, atún en aceite, atún, hígado de pollo, anchoas, soja, vaca y conejo.
- Alimentos con bajo contenido en purina (10-70 mg de purina / 100g de alimento):
Cerveza sin alcohol, cerveza, manzana, pan blanco, aguacate, berenjena, arándanos, espárragos, almendras, plátano y coles de bruselas. (5)
Enlaces de interés para el paciente:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003476.htm
http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJM199602153340707
Bibliografía
(1) Edwards NL. Crystal deposition diseases. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman-Cecil Medicine. 25th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 273.
(2) Velasco N, Serrano V. Dieta restringida en purinas. En J Salas-Salvadó, A bonada, R Trallero, M Saló, R Burgos. Nutrición y dietética clínica. Barcelona: Elsevier/Masson; 2014. p. 469-71
(3) Emmerson BT. The management of gout. N Engl J Med, 334 (1996), pp. 445-451 http://dx.doi.org/10.1056/NEJM199602153340707
(4) González MJ. La alimentación del paciente hiperuricémico Manifestaciones clínicas y recomendaciones dietéticas. Ámbito farmacéutico. 2005; 24 (9): p. 110-112.
(5) Soriano JM, editor. Nucleótidos y ácidos nucleicos. Nutrición básica humana. 1ª edición. Valencia: José Miguel Soriano del Castillo editorial; 2006. p. 249-263
Publicación realizada por:
Dr. Cándido Gabriel García Alejo. Dietista-nutricionista.
Ismael Martínez García. Dietista-nutricionista
No Comments